Los niños y niñas nos necesitan porque el ser humano, a diferencia de otros seres vivos, nacen dependientes. Es a través del propio desarrollo y también del aprendizaje y la confianza que van ganando autonomía. Cuando los pequeños consiguen hacer cosas por ellos mismos, se siente orgullosos, ganan en confianza y además aprenden a ser cada vez más autónomos. A los niños les encanta aprender y demostrar lo que saben. De hecho, muchas veces son los niños quienes nos demandan probar hacer las cosas por ellos mismos, nos dicen: “¡No!, yo solo”. Y esto es importantísimo porque sin esa tendencia natural no habríamos evolucionado.
Lo que ocurre es que muchas veces nos cuesta dejar a los pequeños que realicen cosas ellos mismos, sobre todo por dos motivos:
- Porque nos da miedo que se equivoquen. Cometer errores es una gran oportunidad de aprendizaje, ya que los niños aprenden de los errores, pero por evitarles sufrimiento lo acabamos haciendo nosotros muchas veces.
- Por el tiempo. Sabemos que los niños tardan más en vestirse solos que si lo hacemos nosotros. El día a día no siempre es fácil y es común que vayamos con prisas y que nos resulte más rápido hacerlo nosotros mismo que dejar a los niños hacerlo. Por ello es importante aprovechar los momentos que dispongamos de más tiempo para favorecer esa autonomía.
Cómo fomentar la autonomía
Cuando no fomentamos la autonomía los niños se sienten inseguros –dudan de las decisiones que toman y suelen buscar siempre la aprobación de los demás– y su autoestima se ve afectada –creen que son torpes o que no tienen capacidad y que no van ser capaces sin ayuda. Además, pueden mostrar mucho miedo a equivocarse y hacerlo mal, y esto, a su vez, le lleve a tener miedo de enfrentarse a situaciones nuevas. Por ejemplo, a no querer ir a casa de un amigo sino va sus padres.
¿Cómo fomentarla? Lo primero es saber qué cosas puede hacer solo o sola y en qué cosas aún necesita de nuestra ayuda. No podemos pedirle a un niño que aún no sabe coger un lápiz que pinte sin salirse de la línea, primero necesitaremos que aprenda a coger el lápiz.
Es importante, que los niños tomen decisiones ellos solos, según su edad pueden ir decidir que ropa les gusta más, qué cereales quieren tomar. Siempre teniendo en cuenta la edad y la madurez del niño.
Para que los niños desarrollen su autonomía debemos saber que se van a equivocar o lo van hacer más lento. Permitamos a los niños equivocarse, el error será una experiencia que le permitan aprender, y démosle su tiempo.
Los campamentos son también una buena herramienta para fomentar la autonomía porque en los campamentos los niños tienen que aprender desenvolverse sin sus padres, que a veces sin darnos cuenta, les hacemos más tareas de las que necesitarían… Allí sí necesitan algo, deben pedir ayuda a otras personas diferentes y deben ser ellos los responsables de sus materiales. Además, en muchos campamentos les piden a los niños que sean ellos mismos responsables de su higiene diaria, le dan responsabilidades como hacer su cama o recoger la mesa. Todo esto hace que los niños aprendan a realizar algunas de las rutinas diarias por ellos mismos y les brindan la oportunidad de poner en práctica lo que saben.
Desde Crece Bien estamos convencidos de que “tan importante como educar a la razón, es enseñar al corazón” y por eso en nuestro campamento aprendemos jugando a gestionar nuestras emociones de forma constructiva.
Gema Fuentes, psicóloga en Centros Crece Bien.
En Crece Bien somos profesionales con amplia experiencia en inteligencia emocional. Si tienes alguna duda o necesitas alguna recomendación, te animamos a que contactes con nosotros, estaremos encantados de atenderte. Puedes hacerlo en el correo electrónico informacion@crecebien.es o en el teléfono 910002602.