Padres ¿más implicados?

 

 

La maternidad y la paternidad nos ponen de frente a muchas situaciones que no imaginábamos o a las que no prestábamos la suficiente atención. Pueden ser pequeños detalles o asuntos importantes. Por ejemplo: ¿quién lleva el control pediátrico de los niños? ¿Quién hace los deberes con ellos? ¿Cuántos cumpleaños organizan los padres y cuántos las madres? ¿Quiénes buscan apoyo cuando se necesita?

Padres más implicados: ¿es suficiente?

Pese a que no podemos obviar que cada vez los padres están más implicados en la educación de sus hijos, y que en nuestros centros encontramos padres muy comprometidos, siguen siendo las madres las que más llaman para solicitar ayuda psicológica para sus hijos. De hecho, siete de cada diez llamadas que recibimos en los centros para informarse la realizan las madres. Lo mismo ocurre con las situaciones en el hogar relacionadas con la educación: son ellas las que se sientan a estudiar con el niño o la niña. 

A nivel emocional, tanto a madres como padres les preocupa es el bienestar de sus hijos: nos encontramos familias que quieren que sus hijos no sientan la ansiedad que sienten ellos y sepan gestionarla para que no tengan que pasar por las dificultades que ellos han pasado. Podemos hablar de un aumento de la sobreprotección. Sin embargo, no debemos olvidar que los niños también aprenden observando a sus padres, por esto es muy importante ser un ejemplo en la identificación y gestión de emociones. Debemos tener cuidado con proyectar nuestras propias emociones en nuestros hijos. Por ejemplo, hay padres que se sienten muy nerviosos cuando sus hijos o hijas hacen un examen de inglés porque ellos se ponían nerviosos en los exámenes de inglés. Tenemos que aprender a separar.

Superar los estereotipos de género

Uno de los retos pendientes que debemos ir superando es el de los estereotipos de género. Todavía nos encontramos con creencias erróneas sobre las distintas capacidades que tiene un hombre o una mujer. Frases como Los niños juegan mejor a futbol que las niñas o Los niños son más brutos y las niñas son más listas pueden condicionar mucho las capacidades y la autoestima en la infancia.

Otro de los retos pendientes es ser consciente de las desiguales de género en el momento en que se producen. En este punto es importante hablar con los más pequeños sobre las desigualdades. ¿Cómo? En primer lugar es importante percibir las desigualdades que vemos en el día a día y, después, comentarlas con nuestros hijos. Imaginemos que nos cuenta que a una niña no le dejan jugar al futbol en el recreo porque es una chica, podemos aprovechar esta situación para hablar con nuestro hijo preguntarle qué piensa, cómo lo ve y sobretodo qué podría hacer él. Siempre teniendo en cuenta la edad del niño, por supuesto.

¿Y si tenemos conflictos en este sentido con nuestra pareja? Es fundamental buscar un momento en el día en el que podamos hablar; sin que estén los niños, con nuestra pareja, tranquilos y con tiempo. Es importante hablar sin reproches y evitar comentarios del tipo Es tu culpa que no haces lo que tienes que hacer. Cuidado también en usar la palabra “ayuda”, en una casa las obligaciones son de los dos. También es importante hablar sobre lo que sentimos. Un ejemplo: Me siento mal porque tengo muchos deberes que hacer en casa y me gustaría que repartiéramos las tareas entre los dos. Por último, puede ser interesante hacer una lista con todas las tareas que implican el cuidado de los niños, las tareas de la casa, la parte más burocrática… y decidir después quién se va encargar de cada tarea.

Gema Fuentes, psicóloga de Centros Crece Bien.

 

En Crece Bien somos profesionales con amplia experiencia en inteligencia emocional. Si tienes alguna duda o necesitas alguna recomendación, te animamos a que contactes con nosotros, estaremos encantados de atenderte. Puedes hacerlo en el correo electrónico informacion@crecebien.es o en el teléfono 910002602.