Las habilidades sociales y la asertividad se aprenden

Habilidades sociales y asertividad

habilidades-socialesEl concepto habilidades sociales puede ser a menudo desconocido como tal pero no por ello es algo que no esté integrado en nuestro día a día. Y es que, de forma cotidiana podemos poner en práctica distintas estrategias, para comunicarnos, satisfacer necesidades, dar sentido a nuestras conductas… Sin que reflexionemos acerca de los procesos que estamos llevando a cabo para lograrlo.

El hombre es por naturaleza un ser social, todos sentimos la necesidad de relacionarnos y convivir con los demás. Sin embargo, no solo convivimos con otras personas porque nuestra propia naturaleza es social sino porque también necesitamos de la compañía y de los servicios que nos proporciona relacionarnos con otras personas. Es en este punto donde las habilidades sociales cobran un valor primordial ya que para iniciar esta relación y convivencia hemos de partir de una comunicación que implique una escucha activa, así como la puesta en práctica de actitudes asertivas y empáticas con los demás.

¿Qué son las habilidades sociales?

David López, psicólogo especialista en educación de Crece Bien, define las habilidades sociales como “el conjunto de capacidades que permiten el desarrollo de un repertorio de conductas y acciones que posibilitan que las personas se desenvuelvan de manera eficaz en el campo de lo social”. Dichas capacidades están formadas por un diversos sentimientos, ideas, creencias y valores que vienen dados del aprendizaje y de la experiencia personal de cada uno; es por ello que las conductas y actitudes que la persona tenga en su relación e interacción con los demás van a estar muy influenciadas por estas habilidades sociales.

Para David, es importante que prestemos atención al desarrollo de las habilidades sociales porque considera que “son imprescindibles para que niños y niñas se adapten al entorno en el que desarrollan sus vidas, y posteriormente estas habilidades les den las herramientas necesarias para desenvolverse como adultos en el ámbito social”.

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La importancia de la asertividad

“La asertividad es una estrategia de comunicación que nos permite defender nuestros derechos y expresar nuestra opinión, gustos e intereses, de manera libre y clara, sin agredir a otros y sin permitir que nos agredan. Por tanto, podemos decir que la asertividad es una de las habilidades sociales básicas, gracias a la cual podemos hablar de nosotros mismos, aceptar cumplidos, pedir ayuda, discrepar abiertamente, pedir aclaraciones y aprender a decir NO”, explica David López.

Como seres sociales que somos necesitamos convivir con otras personas y el éxito de dicha convivencia residirá en la puesta en práctica de actitudes asertivas y empáticas con los demás.

¿Las habilidades sociales y la asertividad, se aprenden?

Las habilidades sociales y la asertividad son competencias sociales y como tal pueden aprenderse y desarrollarse por distintos procesos que explica detalladamente el psicólogo especialista en educación:

asertividad– El primero de ellos hace referencia a la experiencia directa, a través de la cual las niñas y niños comienzan desde una edad muy temprana a ensayar las conductas sociales que observan de las personas que les rodean.

– Un segundo proceso tiene lugar a partir de la imitación, donde los más pequeños aprenden a través de lo que ven en las personas que son un referente para ellos, imitando las conductas sociales que observan en los adultos más cercanos.

– Finalmente a través de los refuerzos sociales que tengan sus conductas, también pueden aprender estas competencias sociales. Estos refuerzos pueden venir de parte de los adultos y/o iguales que van a hacer que las niñas y niños desarrollen determinadas conductas.

Podemos definir como buenas habilidades sociales aquellas que permitan al individuo adaptarse al medio y desenvolverse adecuadamente, proporcionándole un nivel de autoestima adecuado y sintiéndose este positivo y optimista a nivel emocional. La buena asertividad será aquella que le permita al individuo relacionarse socialmente de manera positiva, motivando así una conducta proactiva que le lleve al sujeto a generalizar sus actuaciones en diversos ámbitos.

¿Influyen ambas en la autoestima de la persona? “En nuestro día a día nos relacionamos con muchas personas, nos comunicamos, iniciamos conversaciones, saludamos, nos despedimos…y en muchas ocasiones estas habilidades son totalmente automáticas. Cuando surge algún problema provocado por falta o escaso desarrollo de habilidades sociales, la autoestima de la persona se ve dañada. Los niños y niñas pueden tener problemas a la hora de desenvolverse en su entorno social, provocando esto un pensamiento de auto-culpabilidad, así como una disminución de su autoestima”, explica David López.

Consejos para fomentar un correcto desarrollo de las habilidades sociales

La labor de padres y educadores es de vital importancia en el proceso de adquisición y aprendizaje de habilidades sociales, teniendo especial importancia el desarrollo de la asertividad, porque somos un ejemplo muy importante para los más pequeños. Debemos actuar de forma coherente, transmitiendo en nuestras relaciones lo que queremos que ellos aprendan. Del mismo modo, debemos enseñarles a valorarse a sí mismos y a los demás, la figura del padre y/o educador tiene la oportunidad de transmitir esos valores a niños y niñas, enseñarles a respetar, tolerar y escuchar, cuidando siempre la autoestima de los pequeños, utilizando elogios realistas y proponiendo metas adecuadas y alcanzables. Es importante fomentar la capacidad de escucha y entendimiento de los demás, transmitiéndoles que podemos aprender muchas cosas si escuchamos lo que nos quieren decir los demás.

David López recoge algunas indicaciones importantes a tener en cuenta por padres y educadores para un correcto desarrollo de las habilidades sociales y de la asertividad:

– Hablar con ellos con el fin de trabajar y reflexionar sobre las creencias e ideas que tienen, explicándoles que en determinadas situaciones, el comportamiento de otras personas es debido a su situación personal, y no a las nuestras propias, trabajando a su vez la manera de responder a dichas situaciones de forma asertiva.

– Fomentar la capacidad de escuchar y entender a los demás, explicándoles los beneficios que podemos obtener de una escucha activa.

– Emplear refuerzos en las situaciones que así lo aconsejen.

– Enriquecer a los niños y niñas con diferentes relaciones sociales.

– Animar a los más pequeños a actuar en relaciones y contextos en los que no estén presentes los progenitores, gracias a lo cual desarrollaran diferentes pautas de comportamiento.

– Ayudar a los niños y niñas a atravesar posibles situaciones de rechazo social, guiándoles en este proceso y permitiendo a su vez que ellos mismos desarrollen las habilidades necesarias.

En Crece Bien somos profesionales con amplia experiencia en inteligencia emocional. Si tienes alguna duda o necesitas alguna recomendación, te animamos a que contactes con nosotros, estaremos encantados de atenderte. Puedes hacerlo en el correo electrónico informacion@crecebien.es o en el teléfono 910002602.