El arte de no hacer nada o por qué es necesario parar

verano

 

Verano. A simple vista puede parecernos sólo una palabra pero lo cierto es que en ella caben un sinfín de recuerdos, olores y sensaciones. La palabra verano es una matrioshka. Y si no, pensad: ¿cuántos recuerdos de veranos de infancia atesoráis? ¿cuántos sabores a verano guardáis? ¿quizás ese helado de fresa y chocolate que compartiste con tus abuelos? ¿y los olores? ¿cómo es el olor de las noches de verano tras una tormenta? Merece la pena parar, bajar el ritmo del año y disfrutar de este momento en familia. Fabricar recuerdos a los que abrazar durante el largo otoño y el frío invierno. Sobre ello os hablamos en el siguiente texto. ¿Nos acompañas?

Niños sin tiempo para ser niños

El curso académico puede tener momentos de mucho estrés para los niños y los jóvenes, pero también para las familias. Un estrés derivado del propio ritmo que marcan las ciudades, de los exámenes, los deberes, las actividades extra-escolares, los compromisos… Los niños actualmente se sienten más estresados, algunas fuentes recogen que esto se debe al abuso de las nuevas tecnologías, pero según la OMS, en el caso de España, ocurre también que los niños españoles se encuentran más presionados por los deberes. Además, estos dos últimos años los niveles de estrés han aumentado en los mayores y en los pequeños debido a la pandemia.

Necesitamos parar y descansar para así poder liberar todo ese estrés acumulado. Pero es que, además, necesitamos parar para dejar que los niños sean niños. Que jueguen y jueguen y jueguen. Que coman helados al atardecer. Que se acuesten un poco más tarde. Y a los adolescentes que descansen. Que jueguen. Que sigan descubriendo quiénes son. Que sigan aprendiendo sin presión de quiénes tienen alrededor.

Ideas para poder parar y disfrutar en familia

Muchas veces nos cuesta parar. El rimo vertiginoso del día a día nos empuja a tener siempre algo que hacer. A estar ocupadas y ocupados. Es importante aprender a no hacer nada. A descansar. A desconectar nuestra mente. Sólo así podremos recuperar la energía gastada, y más aún en un año tan complejo como el actual. Desde Crece Bien os damos algunas ideas para que este parón sea disfrutado por toda la familia:

  • Es normal tener la sensación de que nos cuesta parar. Las vacaciones suponen un cambio en la rutina y tenemos que adaptar nuestro horario. A esto hay que sumar una preocupación: ¿dónde dejamos a los niños los días que estamos trabajando? Para que esto no nos cause estrés lo más importante es organizarnos muy bien y dejar un tiempo fijado para descasar o realizar actividades que disfrutemos todos.

 

  • El verano también puede ser un buen momento para sembrar aprendizajes en los niños y jóvenes, ya no tienen la presión escolar. Pueden aprovechar para “hacer reformas” y conseguir mejores técnicas de estudio o trabajar sus habilidades sociales. Sin estrés, ni expectativas. A un ritmo lento y siempre desde la diversión.

 

  • Y lo más importante: hagamos las cosas con equilibrio y sentido común. En la crianza y la educación de los hijos el sentido común y el equilibrio es fundamental, y esto es aplicable al resto de las esferas de nuestras vidas.

 

Gema Fuentes, psicóloga de Centros Crece Bien.

 

el arte de no hacer nada

 

En Crece Bien somos profesionales con amplia experiencia en inteligencia emocional. Si tienes alguna duda o necesitas alguna recomendación, te animamos a que contactes con nosotros, estaremos encantados de atenderte. Puedes hacerlo en el correo electrónico informacion@crecebien.es o en el teléfono 910002602.